
Conocimos a João Santos en su faceta de experto en educación y asesor de la Unión Europea durante su participación en el New Education Forum de Vigo.
En este evento, João formó parte de la mesa redonda sobre prácticas inclusivas en entornos educativos.
En este evento abordó preguntas clave como: ¿Cuáles son los desafíos que enfrentan las escuelas al implementar prácticas inclusivas? y ¿Cómo superar estos obstáculos para garantizar un entorno de aprendizaje inclusivo y de apoyo para todos los estudiantes?
Ahora hemos tenido la oportunidad de conversar con João para explorar un espectro más amplio de su trabajo y así compartir con vosotros cómo su experiencia influye en las políticas y tendencias internacionales en el ámbito educativo.
Entrevista a João Santos
João, ¿podrías comentarnos algunas de las tareas que has desempeñado en la Unión Europea en relación con tu experiencia en el ámbito educativo?
Gracias por contactarme y darme la oportunidad de compartir algunas de mis ideas sobre el futuro de la educación y la formación.
Durante mis 33 años de carrera en la institución europea, trabajé en diversos campos de políticas, incluyendo la investigación científica y el desarrollo, la política industrial, el comercio internacional, las relaciones exteriores, las políticas estructurales y la política de educación y formación. Pocas organizaciones permiten a su personal tanta movilidad dentro de sus estructuras. La Comisión Europea es un ejemplo de buenas prácticas para motivar al personal a aprender de manera continua y desarrollar experiencia a lo largo de sus servicios.
De 1990 a 1994 trabajé en el Joint research Centre en Italia, y de 2009 a 2013 fui asignado a la delegación de la UE en China y Mongolia como consejero diplomático, encargado de cuestiones bilaterales de comercio e inversión, así como del diálogo entre personas.
El resto del tiempo estuve radicado en Bruselas (Bélgica), donde trabajé en el ámbito de las relaciones internacionales, cubriendo la dimensión de empleo y asuntos sociales de la cooperación bilateral de la UE con China, Estados Unidos y Canadá, así como en cooperación multilateral en el marco de las Naciones Unidas, en temas relacionados con la dimensión social de la globalización y la Agenda de Trabajo Decente.
En mi última asignación en la Dirección General de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión de la Comisión Europea, trabajé como experto senior, subdirector de unidad y director de unidad interino, en el servicio responsable de la educación y formación profesional, así como en la orientación política del programa Erasmus+ en este sector.
Como parte de mis funciones habituales, estuve estrechamente involucrado en el desarrollo e implementación de importantes iniciativas europeas como los Centros de Excelencia Profesional, la Semana Europea de las Habilidades Profesionales, la iniciativa ErasmusPRO para apoyar la movilidad de larga duración de aprendices y estudiantes de formación profesional, o la Alianza Europea para el Aprendizaje.
Me jubilé de la Comisión Europea en 2023, pero sigo muy activo participando en muchos eventos internacionales como experto y consultor en educación y formación, y también colaboro con algunas organizaciones en el ámbito educativo. Entre ellas:
- Miembro del Comité Consultivo de «Iniciativa Educação«, una iniciativa portuguesa para elevar la calidad y el atractivo de la formación profesional en Portugal.
- Consultor del equipo de formación profesional de la agencia nacional portuguesa de Erasmus+, y ocasionalmente colaboro con el equipo de formación profesional de SEPIE en España.
- Miembro del Comité Consultivo de INETE Instituto de Educação Técnica, una institución portuguesa de educación y formación profesional.
- Miembro de la junta de «Euro App Mobility«, una organización con sede en Bruselas destinada a impulsar la movilidad transnacional de aprendices.
- Miembro del Comité Consultivo Científico de ENAIP Veneto.
¿Por qué es importante armonizar en Europa el trabajo de los VET (Docentes de Formación para el Empleo)?
De hecho, no necesitamos armonizar. Lo que necesitamos es una mayor coordinación, colaboración y el intercambio de buenas prácticas entre las autoridades nacionales, los socios sociales, las organizaciones de formación profesional (VET), así como entre los profesores y formadores.
Cada país tiene su propia historia en cuanto a la evolución de los sistemas de formación profesional, y no existe una solución «perfecta» que se pueda aplicar de la misma manera a todos los países. Por lo tanto, necesitamos hablar más entre nosotros, aprender unos de otros, y luego corresponde a los actores en cada país ver cómo traducir mejor lo que aprenden de los demás a sus contextos nacionales y locales.
Volviendo a tu pregunta, ciertamente es importante coordinar el trabajo de los profesores de formación profesional en toda Europa, por varias razones.
Primero, asegura una calidad constante en la educación y formación, ayudando a alinear las habilidades y competencias de los estudiantes con las necesidades del mercado laboral europeo. En una economía globalizada y cada vez más interconectada, los estudiantes y trabajadores son más móviles que nunca. Al coordinar mejor las prácticas de formación profesional, los profesores pueden garantizar que los estudiantes adquieran habilidades que sean reconocidas y valoradas a nivel transfronterizo.
En segundo lugar, fomentar la colaboración y el intercambio de conocimientos entre profesores, instituciones e industrias en toda Europa puede llevar al intercambio de buenas prácticas, la innovación en métodos de enseñanza y el desarrollo de marcos comunes para el desarrollo profesional. También alienta a los profesores a adoptar nuevas tecnologías y metodologías que pueden mejorar los resultados de aprendizaje.
Finalmente, la cooperación respalda los objetivos más amplios de la Unión Europea, como mejorar la inclusión social, promover el aprendizaje a lo largo de la vida y contribuir a una Europa más competitiva e innovadora.
Al alinear el trabajo de los profesores de formación profesional, podemos garantizar que los sistemas de educación y formación sean más flexibles, adaptables y receptivos a las cambiantes necesidades, tanto de los estudiantes como del mercado laboral.
¿Qué es el CEDEFOP y cómo influye en las competencias del profesorado?
CEDEFOP, el Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional con sede en Salónica (Grecia), es una de las principales agencias de la UE dedicadas a apoyar el desarrollo de los sistemas de formación profesional (VET) en toda Europa. Su función es proporcionar investigación, análisis y asesoramiento político a las instituciones de la UE, a los estados miembros y a los socios sociales sobre cómo mejorar los sistemas y políticas de formación profesional.
CEDEFOP influye en las competencias de los profesores y formadores al realizar investigaciones exhaustivas sobre las habilidades y competencias que los docentes de formación profesional necesitan para enfrentar los desafíos actuales y futuros. Juega un papel clave en la identificación de tendencias, brechas de habilidades y necesidades emergentes en el mercado laboral, lo que a su vez informa el desarrollo de programas de formación para profesores.
Al proporcionar ideas basadas en datos, CEDEFOP ayuda a dar forma al contenido de la educación de los docentes, asegurando que los educadores de VET estén equipados con las habilidades adecuadas para integrar herramientas digitales, abordar problemas de sostenibilidad y responder a las demandas cambiantes del mercado laboral.
Además, CEDEFOP promueve la colaboración entre los estados miembros de la UE, apoyando el aprendizaje entre pares y el intercambio de mejores prácticas. Esto ayuda a elevar la calidad de la enseñanza en toda Europa, asegurando que los profesores de VET desarrollen continuamente sus competencias y se adapten a los nuevos desarrollos educativos y tecnológicos.
Me gustaría mencionar que hay otra agencia de la UE que también contribuye al desarrollo de las competencias de los docentes y formadores. La Fundación Europea de Formación (ETF), con sede en Turín (Italia), es una agencia de la UE que apoya el desarrollo de los sistemas educativos, de formación y del mercado laboral en los países que rodean la Unión Europea, centrándose principalmente en las regiones vecinas de la UE, como los Balcanes Occidentales, Europa Oriental, Asia Central y el Mediterráneo. Su misión es fomentar el desarrollo socioeconómico mediante la mejora del capital humano, en particular, mejorando los sistemas de formación profesional (VET) en estas regiones.
La ETF influye en las competencias de los docentes al promover altos estándares en la enseñanza y la formación de profesores, alineados con las mejores prácticas de la UE. Proporciona experiencia y apoyo a los países para diseñar políticas y estrategias para la formación y el desarrollo profesional de los docentes. La ETF ayuda a estos países a desarrollar su capacidad para modernizar sus sistemas de formación profesional, asegurando que los profesores puedan impartir habilidades relevantes para el mercado laboral actual.
Además, la ETF facilita el aprendizaje entre pares y las oportunidades de creación de redes entre profesores de VET, instituciones y responsables políticos de toda Europa y las regiones vecinas. Este intercambio de conocimientos y prácticas ayuda a los profesores de VET a mantenerse actualizados con metodologías de enseñanza innovadoras y tecnologías emergentes, haciendo que su enseñanza sea más efectiva y responda mejor a las necesidades del mercado laboral.
En última instancia, la ETF contribuye a desarrollar las competencias profesionales de los profesores de VET de manera que mejoren la calidad de la educación y los resultados de los estudiantes, tanto dentro de la UE como en sus países vecinos.
¿Qué herramientas tiene la Unión Europea para regular el uso de las nuevas tecnologías en el ámbito educativo?
La Unión Europea utiliza una gama de herramientas para regular y promover el uso de las nuevas tecnologías en la educación, con un enfoque en asegurar la calidad, la inclusividad y la innovación. Estas herramientas también abordan el papel emergente de la Inteligencia Artificial (IA) en la educación, garantizando su uso seguro y ético.
Un instrumento clave es el Plan de Acción de Educación Digital (2021-2027), que establece un marco para mejorar las habilidades digitales y la infraestructura en los sistemas educativos de Europa. Fomenta que las instituciones adopten nuevas tecnologías como la IA para mejorar la enseñanza y el aprendizaje. El plan promueve enfoques innovadores, como el aprendizaje combinado, mientras asegura que tanto los profesores como los estudiantes estén preparados para interactuar con la IA de manera responsable.
La Ley de Inteligencia Artificial, recientemente adoptada, es otro instrumento significativo. La Ley de IA establece un marco legal para el uso de la IA en todos los sectores, incluida la educación, clasificando los sistemas de IA en categorías basadas en sus niveles de riesgo (por ejemplo, riesgo mínimo, limitado, alto e inaceptable).
Para el sector educativo, los sistemas de IA utilizados en la evaluación, admisiones o gestión de resultados de aprendizaje se consideran de alto riesgo. La ley impone estrictas obligaciones a los proveedores de estos sistemas de IA, como la transparencia, la supervisión humana y la mitigación de riesgos relacionados con el sesgo, la discriminación y la privacidad de los datos. Esto asegura que las herramientas de IA utilizadas en entornos educativos sean seguras, transparentes y alineadas con los valores de equidad e inclusividad de la UE.
Además, el Convenio Marco del Consejo de Europa sobre la IA, los Derechos Humanos, la Democracia y el Estado de Derecho es otro instrumento legal que influye en el uso de la IA en la educación. Este convenio, aunque más amplio en su alcance, enfatiza que la IA debe diseñarse y utilizarse de manera que respete los derechos humanos, incluido el derecho a la educación.
Aboga por salvaguardias que garantizan que la IA no perpetúe desigualdades ni infrinja los derechos de los estudiantes. El convenio ofrece directrices sobre el uso ético de la IA en la educación, asegurando que las herramientas impulsadas por IA mejoren el aprendizaje, mientras protegen la dignidad y los derechos de estudiantes y profesores.
Además de estos marcos regulatorios, la UE también promueve la IA en la educación a través de programas como Erasmus+, que financia proyectos que exploran cómo la IA y las nuevas tecnologías pueden integrarse en la enseñanza y el aprendizaje. La Agenda de Habilidades Europea enfatiza la necesidad de desarrollar habilidades digitales, incluida la alfabetización en IA, para que los educadores y los estudiantes estén capacitados para trabajar con estas nuevas herramientas.
En resumen, el enfoque de la UE para regular la IA y las nuevas tecnologías en la educación equilibra la innovación con las consideraciones éticas. A través de la Ley de IA, el Convenio Marco del Consejo de Europa y políticas educativas digitales más amplias, la UE asegura que la tecnología mejore el aprendizaje, mientras protege la inclusividad, la privacidad y los derechos humanos.
En cuanto a la Inteligencia Artificial, ¿se están implementando ya en Europa regulaciones que limiten su utilización?
La adopción de la Ley de Inteligencia Artificial (AI Act) es un hito importante en la regulación de la inteligencia artificial en Europa. Si bien los detalles específicos de su implementación aún se están definiendo, ya se han iniciado varios pasos concretos como seguimiento:
- Formación de la Junta de IA: La Ley de IA establece una Junta de IA para supervisar la implementación de la regulación. Esta junta desempeñará un papel crucial al proporcionar orientación, coordinar esfuerzos y garantizar la aplicación coherente de las normas en los diferentes sectores.
- Desarrollo de Normas Técnicas Regulatorias (RTS): La Comisión Europea desarrollará las RTS para proporcionar una orientación más específica sobre los requisitos de la Ley de IA. Estas normas ayudarán a aclarar las obligaciones de los desarrolladores, proveedores y usuarios de IA.
- Establecimiento de Autoridades Competentes Nacionales: Los estados miembros están obligados a designar autoridades competentes nacionales responsables de supervisar la implementación de la Ley de IA en sus territorios. Estas autoridades desempeñarán un papel clave en la aplicación de las normas y la investigación de posibles infracciones.
- Consulta Pública: La Comisión Europea ha lanzado consultas públicas para recopilar comentarios sobre varios aspectos de la Ley de IA, incluida la definición de sistemas de IA de alto riesgo y los requisitos específicos que se les aplican. Esta retroalimentación ayudará a dar forma a la implementación final de la regulación.
- Cooperación Internacional: La UE está trabajando para promover la cooperación internacional en la regulación de la IA. Esto incluye comprometerse con otros países y organizaciones internacionales para desarrollar estándares comunes y buenas prácticas.
Otra iniciativa reciente de la Comisión Europea es el lanzamiento de una convocatoria para la creación de Fábricas de IA con el objetivo de impulsar el liderazgo europeo en inteligencia artificial confiable. Las fábricas de IA se crearán en torno a la red de supercomputadoras de alto rendimiento (HPC) de clase mundial de la UE y estarán disponibles para una amplia gama de usuarios europeos, como startups, la industria y los investigadores. Las fábricas estarán interconectadas en toda Europa, proporcionando un marco colaborativo único para la IA en el continente.
Es importante señalar que la implementación de la Ley de IA es un proceso en curso, y los pasos específicos que se tomen pueden evolucionar con el tiempo. Sin embargo, las iniciativas mencionadas anteriormente representan una base sólida para garantizar que la IA se desarrolle y utilice de manera responsable y ética en Europa.
¿Cómo se puede garantizar que la Inteligencia Artificial mejore la educación sin comprometer los derechos humanos?
La integración de la IA en la educación presenta tanto oportunidades como desafíos. Para garantizar que la IA beneficie a la educación mientras se protegen los derechos humanos, se deben abordar varias consideraciones clave.
Primero, se deben desarrollar marcos éticos claros que definan los principios y valores que deben regir el desarrollo y uso de la IA en la educación. Estos marcos deben priorizar los derechos humanos, la equidad y la transparencia.
Para asegurarse de que se consideren diversas perspectivas, es fundamental que educadores, estudiantes, padres y responsables de la formulación de políticas participen en el desarrollo de estas directrices. Esto es precisamente lo que la Ley de IA de la Unión Europea y el Convenio Marco sobre la IA del Consejo de Europa buscan lograr.
En segundo lugar, la privacidad y seguridad de los datos deben ser una prioridad. Se deben implementar medidas robustas de privacidad de datos, como técnicas de encriptación fuerte, anonimización y minimización de datos, para proteger la información de los estudiantes contra el acceso no autorizado, uso o divulgación.
Además, la transparencia en cuanto a las prácticas de manejo de datos es esencial. Se debe proporcionar información clara sobre cómo se recopilan, usan y almacenan los datos de los estudiantes, y se debe obtener el consentimiento informado de los estudiantes y los padres.
En tercer lugar, se debe abordar el sesgo algorítmico y la equidad. Es necesario realizar evaluaciones periódicas de los sistemas de IA para detectar posibles sesgos que puedan discriminar a ciertos grupos de estudiantes. Utilizar conjuntos de datos diversos para entrenar los modelos de IA e implementar mecanismos de supervisión humana puede ayudar a reducir el riesgo de sesgo.
En cuarto lugar, se deben considerar la accesibilidad y la inclusividad. Las herramientas de IA deben diseñarse para ser accesibles a todos los estudiantes, incluidas las personas con discapacidades. Además, se debe tener en cuenta la diversidad cultural y lingüística para garantizar que los sistemas de IA sean inclusivos y sensibles a diferentes contextos.
Quinto, se debe priorizar el diseño centrado en el ser humano. Las herramientas de IA deben estar diseñadas para complementar la interacción humana y apoyar experiencias de aprendizaje personalizadas. Se debe evitar una dependencia excesiva de la IA, ya que esto puede limitar las oportunidades de interacción humana y pensamiento crítico.
Finalmente, es esencial realizar un seguimiento y evaluación continuos. Los sistemas de IA deben evaluarse regularmente para medir su rendimiento e impacto en los resultados de los estudiantes. Si las herramientas de IA no están cumpliendo sus objetivos o están causando daño, se deben realizar los ajustes necesarios, como modificaciones o reemplazos.
Al abordar estas consideraciones clave, podemos aprovechar el potencial de la IA para mejorar la educación mientras protegemos los derechos humanos y garantizamos que todos los estudiantes tengan las mismas oportunidades de éxito.
Desde una perspectiva más individual, como profesional del sector educativo: ¿Cómo se pasa de trabajar en la Unión Europea a ser un profesional independiente con el perfil de consultor en educación?
Mi pasión por la educación siempre ha estado en el centro de mi trayectoria profesional. Se dice a menudo: «Encuentra un trabajo que ames y no tendrás que trabajar ni un solo día en tu vida«, y eso ha sido ciertamente cierto para mí. A lo largo de los años trabajando en la Comisión Europea, tuve el privilegio de ayudar a dar forma a políticas que impactaron directamente en la manera en que educamos a las generaciones futuras.
Ya fuera a través de la creación de políticas de formación profesional (VET) o el programa Erasmus+, constantemente me recordaba el poder que tiene la educación para transformar vidas y construir una sociedad mejor para todos.
La transición de un rol tan gratificante a ser un consultor independiente ha sido una evolución natural, no una partida. La experiencia y la red que desarrollé mientras trabajaba en la UE me han abierto puertas a nuevas oportunidades donde puedo seguir contribuyendo al sector educativo, pero ahora con mayor flexibilidad y un toque más personal.
La consultoría me permite aprovechar lo que he aprendido y ayudar a las instituciones y gobiernos a perfeccionar sus estrategias educativas, alineándolas con las necesidades cambiantes de la sociedad y la visión de la UE para la educación. Es una manera de mantener viva esa pasión mientras exploro nuevas vías para seguir teniendo impacto.
Al mismo tiempo, reconozco la importancia de dar un paso atrás, no porque mi pasión por la educación haya disminuido, sino porque veo a jóvenes profesionales, llenos de energía y nuevas ideas, tomar las riendas para dar forma al futuro. Creo que traerán nuevas perspectivas a la educación, algo que el sector necesita con urgencia, y estoy emocionado por ver hacia dónde lo llevan.
También veo desarrollos fantásticos en la enseñanza personalizada, como los que está desarrollando Salman Khan y otros, que me fascinan, pero también me hacen comprender lo difícil que es para alguien independiente como yo mantenerse al día con estos avances rápidos y fascinantes. Mi intención es reducir gradualmente mi participación en el campo, sabiendo que está en manos capaces.
Además, ahora siento un vínculo más fuerte hacia mi familia, especialmente con mis dos nietos. Verlos crecer me recuerda cada día la importancia de nutrir el futuro, no solo a través de esfuerzos profesionales, sino también mediante conexiones personales. Al dedicarles más tiempo, estoy abrazando un tipo diferente de realización, una que equilibra mi pasión profesional de siempre con la alegría de estar presente para mi familia.
Esta transición no se trata de dejar atrás mi carrera, sino de darle una nueva forma que refleje tanto mi deseo de seguir contribuyendo como mi compromiso con la familia. Es un equilibrio delicado, pero uno que me parece adecuado para este nuevo capítulo de mi vida.
João, para finalizar y de manera más general, ¿Cuál crees que será la idea central sobre la que se cimentará el futuro de la educación?
El futuro de la educación estará moldeado por la idea de que el aprendizaje es un proceso dinámico y continuo a lo largo de la vida. Ya no estará limitado a las aulas tradicionales o definido por la edad, sino que evolucionará en respuesta a los rápidos cambios tecnológicos, sociales y económicos. A medida que la sociedad se vuelve más compleja, la educación deberá ser más adaptable, personalizada e inclusiva.
Uno de los cambios clave será el reconocimiento de que las habilidades necesitan una actualización constante, lo que exigirá que los sistemas educativos vayan más allá del modelo «único para todos» y abracen caminos más flexibles y personalizados para los estudiantes. Esto significa integrar tecnologías como la inteligencia artificial para crear experiencias de aprendizaje a medida, pero siempre asegurando que la tecnología sirva al desarrollo humano y respete los estándares éticos.
Igualmente importante es fomentar habilidades interdisciplinarias que vayan más allá del conocimiento técnico. La inteligencia emocional, el pensamiento crítico, la creatividad y la colaboración se convertirán en competencias fundamentales. En un mundo cada vez más interconectado, la educación debe preparar a los estudiantes no solo para trabajos específicos, sino para roles que requieran resolución de problemas, adaptabilidad y una comprensión profunda de los contextos sociales y culturales.
Otra idea importante es el concepto de ecosistemas educativos, donde escuelas, empresas, gobiernos y comunidades trabajen juntos para crear entornos donde el aprendizaje y el desarrollo de habilidades se entrelacen a lo largo de la vida. Esta es precisamente la idea detrás de la iniciativa europea sobre los Centros de Excelencia Profesional (CoVE), de la cual me siento muy orgulloso de haber contribuido junto a mis colegas en la Comisión Europea. La educación ya no estará confinada a las instituciones, sino que ocurrirá en todas partes y en cualquier etapa de la vida, con el apoyo de múltiples actores.
Finalmente, creo que el futuro de la educación radica en su capacidad para humanizar la experiencia de aprendizaje. Con las nuevas generaciones tomando el relevo, estamos viendo enfoques innovadores que enfatizan la empatía, la responsabilidad social y la inclusividad. La educación se convertirá cada vez más en una forma de nutrir a la persona en su totalidad, empoderando a los estudiantes para que no solo sean trabajadores capacitados, sino también ciudadanos responsables y aprendices de por vida, capaces de adaptarse a lo que el futuro les depare.
En resumen, el futuro de la educación estará determinado por una combinación de innovación, personalización y conexión humana, donde los estudiantes estarán equipados con las habilidades y valores que necesitan para prosperar en un mundo en constante cambio.
Lee aquí la entrevista a João Santos en Inglés.

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